El Parlamento regional de Kaduna, Estado de Nigeria, aprobó una ley en donde se prescribe la castración quirúrgica como pena para los acusados de violación sexual con el fin de disuadir a violadores. Los legisladores aprobaron la ley como una manera de terminar con los crímenes sexuales.
“Estamos felices de que el Parlamento haya incrementado los castigos por violación. Esperamos que la Justicia sentencia a más violadores con esta pena máxima” indico el Ministerio Regional de Servicios Humanos y Desarrollo Social. Aunque, todavía falta que la ley sea promulgada por el gobernador de la región. Hasta ahora, las penas por violación son de 21 años de prisión cuando la víctima es adulta, y cadena perpetua en los casos donde la victima sea menor.
Por otro lado, existen organizaciones que creen que esta ley debería ir más enfocada a la prevención y no ayudará a resolver un problema de raíz que tiene el país, como lo son los abusos sexuales. Y ante esto, la directora del Centro de Investigación y Documentación de Defensoras de la Mujer (WARDC), Abiola Akiyode-Afolabi, indica que antes de la castración se debería asegurar medidas para evitar estos crímenes y poner en marcha nuevos mecanismos que permitan una respuesta y asistencia rápida a las denunciantes.
“Lo que provoca el auge de violaciones es la impunidad” afirmo la titular ante la agencia EFE. “La castración no es suficiente. El Gobierno tiene que mostrar deseo político al asegurar las condenas a los culpables y un cambio en las normas sociales”.
Esta medida, se tomó en torno a la grave situación que se producía en el país ya que en 30 Estados de Nigeria se declararon en estado de emergencia por el aumento de violaciones hacia las mujeres y niños del país y, luego de que miles de personas se manifestaran ante la sede policial de varias ciudades.
Los datos del WARDC indican que alrededor de dos millones de mujeres y niñas son violadas cada año en Nigeria. Y solo un tercio de los delitos (28%) son denunciados. De igual forma, conseguir cifras exactas de la cantidad de violencia sexual ejercida en el país africado es demasiado difícil porque las víctimas, como pasa en todo el mundo, tienen temor de denunciar o buscar ayuda por el estigma social y discriminación a la que suelen enfrentarse.