La frase, que debió ser pronunciada quizá en alguna reunión íntima de punteros y no en un acto masivo de campaña, fue captada por algún espía del vicegobernador en su celular y llegó a los medios de prensa. Si bien no sorprende el grave error del gobernador, un burócrata más acostumbrado a tratar con funcionarios nacionales que a los actos de campaña, el furcio deja en evidencia que el alto perfil no es lo suyo. Está muy lejos de los tradicionales peronistas de tribuna.
Por ello, Manzur intentó este jueves enderezar un poco el discurso tras su acto fallido, aclaró que es trabajo genuino lo que busca para la población y no la esclavizante ayuda discrecional del Estado, que termina por convertir a los ciudadanos en zombies sumisos, manipulado por el eventual dirigente que tiene el poder de otorgarlo.
“Lo que buscamos, desde hace 70 años, es más trabajo. Hay que traer industrias, agregar valor a los que producimos, es el gran desafío que tendremos cuando pase la pandemia”, dijo tibiamente el gobernador en un acto en la capital provincial, en un pobre intento de revertir la situación.
Pero el vicegobernador no perdonó y sentenció: “si usted hubiese hecho las cosas bien en su gestión, no necesitaría ofrecer contratos para conseguir un voto, no tendría la interna en su partido, porque los peronistas acompañamos al que gobierna bien, pero no podemos ser cómplices de su ambición desmedida de ser re reelegido eternamente en el poder y mucho menos cómplices de la mala gestión que lleva adelante”.
Y así terminó otra jornada de esta triste campaña para las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias que definirán gran parte del futuro de la provincia y, sin embargo, la mayor parte de los tucumanos miran desde un costado porque descreen de toda esta clase política que se ha dedicado sólo a perpetuarse en el poder y llenar sus bolsillos, parasitando a una sociedad atada de manos que ya no cree en ninguna de las instituciones provinciales.