Alfaro se resiste a firmar el aumento de colectivos antes de las PASO

Ya pasó casi una semana desde que el Concejo Deliberante de San Miguel de Tucumán aprobó un nuevo aumento del pasaje mínimo de colectivos, que fue fijado en $120. Sin embargo, el intendente de la capital, Germán Alfaro, todavía no firmó la promulgación del proyecto y en la provincia hay dudas sobre cuándo comenzará a regir el nuevo precio.

El incremento surge a partir de un pedido de la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat), que solicitaron que el boleto pase de los $84 actuales a la importante suma de $360. Este pedido significaba casi un 330% de suba y produjo una disputa entre oficialistas y opositores que trataron el tema.

La comisión de Transporte del Concejo se reunió en distintas ocasiones para tratar el asunto hasta que acordaron que habría un aumento y enviaron el expediente a la Intendencia de la capital para que las áreas técnicas del Departamento Ejecutivo municipal efectúen los estudios de costos y, con esa información, empezar a definir de cuánto sería.

Pasaron varias semanas hasta que la comisión de Transporte, presidida por el peronista José Luis Coronel, definiera una suba del 43% (y pasar de $84 a $120). Finalmente los concejales aprobaron el proyecto en la sesión del pasado martes 25 de julio.

Ahora, para que empiece a regir el nuevo monto sólo falta la firma de Germán Alfaro. El actual intendente, sin embargo, todavía no aprobó la ordenanza y los tiempos se agotan.

Con la mente en las PASO

En medio de las idas y vueltas por el aumento del servicio de transporte público de pasajeros, que para su aplicación sólo falta la firma del intendente, Alfaro debe enfrentar una nueva elección el próximo 13 de agosto en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) en las que será precandidato a diputado por Juntos por el Cambio.

Juntos por el Cambio está fragmentado a nivel nacional en dos grandes espacios: uno liderado por Patricia Bullrich («halcones»), y el otro por el jefe de Gobierno de Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Horacio Rodríguez Larreta (palomas); ambos precandidatos a presidentes.

Estas internas se trasladaron a Tucumán y enfrentan al intendente de Yerba Buena –Mariano Campero– con el de la capital, en unas PASO que son cruciales para Alfaro ya que viene de dos duras derrotas en las últimas elecciones provinciales: primero perdió en su candidatura a la vicegobernación (el oficialismo ganó por más de 20 puntos de diferencia) y luego Beatriz Ávila, su esposa, perdió en San Miguel de Tucumán.

Volver a perder, y esta vez dentro de su propio frente electoral, significaría un revés muy duro para su vida política. En este contexto Alfaro necesita mejorar su imagen y un aumento del boleto no le resultaría nada favorable.

Una demora en la firma del proyecto sancionado en el Concejo le serviría para dilatar su aplicación y asegurarse que el pasaje aumente recién después de las PASO. Pero los tiempos apremian y Alfaro busca usar los recursos legales a su alcance para lograr su cometido: llegar a las elecciones con un boleto de $84 y ser más competitivo en la interna.

Los tiempos de Alfaro

Se puede analizar el margen del alfarismo de acuerdo a lo establecido en el artículo 29 de la ley 5.529, según la cual «todo proyecto sancionado y no vetado, total o parcialmente, por el Intendente dentro de los ocho (8) días hábiles de recibida por el Departamento Ejecutivo la comunicación correspondiente, quedará convertido en ordenanza».

Si se tiene en cuenta que el proyecto se votó el 25, quedaría convertido en ordenanza de forma automática este viernes. Pero si el intendente lo veta, volvería al recinto donde los concejales tendrían hasta 15 días hábiles para para insistir en su sanción con el voto de dos tercios de los miembros del Concejo.

Como las PASO son en 13 días exactamente, Alfaro tiene tiempo para que el Concejo se reúna e insista en la aprobación del proyecto después de las elecciones. Pero para eso el intendente debería esforzarse en conseguir el apoyo de varios ediles con el objetivo de que respondan políticamente a sus necesidades.

En resumen, hay que esperar hasta el viernes para saber si llegó el veto (ya sea total o parcial) del intendente. En caso de que no se expida al respecto, el aumento del boleto quedará convertido en ordenanza. Pero si es vetado, vuelve al Concejo y la historia continuará en los pasillos del edificio de Monteagudo al 100.

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