La empresa de energía EDET ha anunciado un alarmante aumento del 78% en el servicio eléctrico, sumiendo a los usuarios en una situación de preocupación y malestar. Este incremento, que impactará de manera desigual en los distintos estratos socioeconómicos, golpeará con mayor fuerza a los hogares residenciales de altos ingresos. Sin embargo, también se espera que los usuarios de medianos y bajos ingresos se vean afectados, aunque en menor medida.
Esta medida ha generado una ola de indignación entre los usuarios, quienes ya se enfrentan a una economía precaria y afrontan dificultades para cubrir sus necesidades básicas. El aumento desproporcionado en las tarifas de energía eléctrica amenaza con exacerbar la situación de vulnerabilidad económica de numerosas familias, que tendrán que enfrentarse a mayores gastos en un contexto de creciente inflación y escasez de recursos.
Las autoridades y organizaciones de consumidores han expresado su preocupación por el impacto negativo que esta medida tendrá en la calidad de vida de los ciudadanos, instando a la empresa EDET a reconsiderar su decisión y a buscar alternativas que no perjudiquen de manera tan significativa a los sectores más vulnerables de la sociedad.
