Facundo Ale, hijo del «Mono» Ale, parece estar buscando el control de , con eventos violentos recientes vinculados a la disputa. Los informes policiales lo relacionan con armas de fuego y presuntos conflictos en las tribunas del estadio. La investigación judicial señala que los incidentes podrían estar ligados a la lucha por el poder en la barrabrava y los negocios oscuros asociados al fútbol. Aunque su defensor cuestiona la falta de evidencia sólida, la tensión en el ambiente futbolístico es palpable.