Después de la ruptura del kirchnerismo con el Presidente Alberto Fernández, con el pasar de las horas, distintos sectores del justicialismo nacional comenzaron a pararse en uno y otro lado. Uno de los apoyos más importantes que logró el mandatario, fue el del sindicalismo peronista.
En la tarde de este miércoles, lo que se anticipaba en la CGT como una reunión burocrática para avanzar en los detalles de la elección para renovar autoridades, que será el 11 de noviembre, terminó en una suerte de catarsis gremial por la crisis en la que quedó sumido el peronismo tras la derrota electoral del domingo último. Hubo casi apoyo unánime para Alberto, salvo el caso aislado del ferroviario Omar Maturano, que dijo no sentirse representado por el Presidente ni por Cristina Kirchner, según informó el diario La Nación.
Los caciques sindicales se reunieron en la sede de la Uocra para convocar al Comité Central Confederal. Será el paso previo a la renovación del consejo directivo, que se dará tres días antes de las elecciones legislativas generales y que prevé una reunificación de la central con el sector de Hugo Moyano. Mañana, el jefe de los camioneros explicará cuál será la estrategia de su tropa.
Con Héctor Daer y Carlos Acuña a la cabeza, la central obrera ratificó hoy la movilización para el 18 del mes próximo por el Día de la Lealtad peronista. La imaginan como una demostración de poder y apoyo al Presidente, y como mecanismo de presión para que se imponga la cultura del trabajo sobre la distribución de planes sociales. “El eje es por el crecimiento, la producción y el trabajo. No será en contra de nadie”, dijo un dirigente de peso al matutino porteño.
El resultado electoral del domingo no sorprendió entre algunos caciques de la CGT. “Faltó sincronización y pluralidad en el Frente de Todos. En la reunión que tuvimos con Máximo [Kirchner] le advertimos el descontento. Hay mucha gente cansada de la hegemonía kirchnerista”, dio su veredicto uno de los sindicalistas más influyentes de la central a La Nación.