Según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (INDEC) se perdieron cerca de 3.757.000 empleos durante el segundo semestre de este año. El organismo también reportó que de los 20.879.000 puestos de trabajo que existían en el primer trimestre, se pasó a 17.122.000, es decir una reducción del 18%.
El informe también trajo los datos de todas las modalidades de trabajo que se vieron afectadas por la pandemia y las restricciones sanitarias pero, el sector más golpeado fue el de asalariados informales y cuentrapropistas.
Los números del INDEC arrojan que la desocupación creció del 10,4% al 13,1% y, al mismo tiempo, el nivel de empleo cayo del 42,2% al 33,4%. Por estos datos es que la tasa de actividad bajó 8,7 puntos: del 47,1% al 38,4%. Estos son los que explican que la cantidad de desocupados hayan crecido de 60.000 a más de 2 millones de personas.
En comparación con el año anterior, el INDEC indicó: “En el segundo trimestre de 2020 los puestos de trabajo totales dan cuenta de un descenso de 16,8% respecto al mismo trimestre del año anterior, debido a una variación de los puestos de trabajo asalariados de -12,9%- y una reducción de los puestos de trabajo no asalariados de 28,6%”.
Luego agregaron que “la caída en horas trabajadas fue superior a la registrada en los puestos de trabajo, por lo que las horas por puesto de trabajo mostraron una retracción de 21,4% frente al segundo trimestre de 2019”.
Por otra parte, aclararon que el número de puestos de trabajo es mayor al de los desocupados porque “las personas pueden tener más de una fuente de ingresos por concepto de empleo, bien porque trabajan para más de un empleador o, porque además de trabajar para uno o más empleadores, trabajan por cuenta propia”.
“El número de puestos de trabajo en la economía supera al número de personas empleadas en la medida en que algunos asalariados tengan más de una ocupación” agregó el organismo.
Hoy, de los 3.757.000 puestos de trabajo perdidos, 289.000 corresponden a asalariados registrados, 1.695.000 asalariados informales y 1.774.000 trabajadores por cuenta propia. Y, de los más afectados se vieron al personal doméstico, trabajadores de la construcción, del turismo y la gastronomía.