La polémica sobre las licitaciones de la Sociedad Aguas de Tucumán (SAT), con fondos nacionales, tuvo un nuevo capítulo este jueves después de publicadas las denuncias del legislador José Ricardo Ascárate contra el sistema de adjudicaciones que beneficiaron a la empresa Gama, propiedad de Jorge Garber, titular de la Cámara Tucumana de la Construcción (CTC).
En diálogo con El Federalista, el propio Garber acusó al radical de utilizar la “mentira y la falacia” para perjudicar a su compañía. “Gama gana la licitación en UTE, con la empresa MAC, por 200 millones, por lo que a Gama sólo le corresponde la mitad”, aclaró el constructor, y advirtió que su empresa tuvo que hacer “una rebaja extra a la SAT para que le puedan adjudicar la obra”.
Sobre esa licitación, el empresario salió al cruce las apreciaciones de Ascárate, quien se mostró sorprendido porque la reconocida empresa Helpa fue desestimada en ese concurso, y aclaró que la propuesta de Helpa “se cae porque no presenta la documentación correspondiente para que le adjudiquen la obra”.
Sobre esa cuestión, el presidente de la CTC puso el énfasis en que su empresa también tiene trayectoria, como destacó Ascárate sobre Helpa. “Gama es una empresa que tiene más de 30 años en el medio”, dijo que agregó que da trabajo a “a 300 personas”, además de ser la contructora “mayor capacidad en la provincia”. Por último, sentenció que “todos los datos de Ascárate son imprecisos y con mala intención”.
Las declaraciones del empresario fueron la respuesta a la denuncia de Ascárate sobre una maniobra “fraudulenta” impulsada por el Presidente de la SAT Augusto Guraiib, para beneficiar a Garber.
Según el legislador, la SAT consagra ganador de una licitación a aquella empresa cuya oferta se acerque más al valor promedio entre todos los oferentes, una fórmula costosa e ineficiente, que no adjudica las obras a las empresas que ofrecen la mejor calidad ni el menor valor.
“Es una trampa espantosa por la cual un grupo de dos empresas se presentan en la licitación por un valor determinado para fijar y manipular el promedio, y asegurarse de esta manera que alguna de las empresas involucradas en esta maniobra, sean efectivamente las ganadoras de la licitación”, manifestó.
“En las últimas licitaciones que llevó a cabo la SAT, hubo más de $1.000 millones de pesos de los cuales la mitad fueron adjudicados sólo a 2 empresas”, había asegurado Ascárate. “De estas licitaciones resultaron llamativamente desechadas empresas renombradas del sector como es el caso de Helpa S.A, cuya oferta fue hasta un 25% menor sobre el presupuesto oficial”, finalizó el legislador. Garber no hizo apreciaciones ni negó el sistema de licitaciones que implementó la SAT, denunciado por Ascárate.