Por Edy Cifre, corresponsal en Europa para El Federalista
El próximo domingo 2 de octubre se disputa la primera vuelta para elegir presidente. Los aspirantes con más posibilidades son Lula da Silva y Jair Bolsonaro
Brasil está sumido en una fase de alta tensión política. La campaña polarizada entre la derecha populista de Bolsonaro y la izquierda del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva -los dos únicos candidatos con opciones de ganar, ya sea en primera o segunda vuelta- ha agitado una fase electoral ya muy crispada, como ciertamente es habitual en los tramos finales de cualquier elección.
En Brasil, sin embargo, la crispación política es además un estado alimentado de forma casi permanente durante todo el mandato de Bolsonaro.
Hay más pobreza, sí, por la crisis económica de los últimos años y los duros efectos de la pandemia. Pero el Brasil de 2022, también, parece más acostumbrado a los discursos de odio del propio presidente y varios de los principales actores políticos, así como a la violencia política. Y más resignado.
Miguel Monti, un artista plástico tucumano residente en Curitiba en el sur de Brasil nos comenta que la gente busca un cambio. Nos habla de la dureza de la derecha con sus discursos y sus acciones más parecidas a las de un gobierno militar.
Miguel hizo un recorrido por las calles céntricas de Curitiba y nos cuenta sobre el movimiento de panfleteo y la gente trabajando de manera normal. Un clima de elecciones dentro de todo tranquilo, aunque hubo episodios de violencia en algunas ocasiones.
Un Brasil que busca la paz, una salida económica y poder seguir caminando la democracia.
Este próximo domingo comicios en uno de los países mais grande do mundo.