“Si hablan de controles, que arranquen desde casa”. Este fue el mensaje que el secretario de Gobierno de la capital, Rodolfo Ocaranza, a los intendentes del Gran San Miguel de Tucumán, en particular, a aquellos que criticaron la falta de controles para frenar los contagios de coronavirus.
“Nos enteramos al mediodía” del lunes, dijo, y agregó “el viernes habíamos quedado en la reunión del COE (Comité Operativo de Emergencia) con las restricciones en la circulación entre las jurisdicción”, afirmó, respecto de la decisión oficial que fue luego reformulada por la Casa de Gobierno.
Por su parte, los concejales de San Miguel de Tucumán que responden al intendente de la Capital, Germán Alfaro, salieron a responderles a sus pares del Partido Justicialista. Estos le habían reclamado al jefe municipal que haga cumplir con la ordenanza 5038/20 que declara la emergencia sanitaria por el coronavirus en la ciudad y restringe tanto las actividades que implican aglomeraciones de personas como aquellas que no son esenciales para el normal funcionamiento de la Capital.
Los alfaristas contestaron que con ese reclamo los peronistas buscan patear la pelota, y no admiten las responsabilidades que le caben al gobernador, Juan Manzur, y a todo su equipo de Gobierno, por la situación sanitaria que atraviesa la provincia en el marco de la pandemia de coronavirus.
«Lo de ayer fue un papelón. Primero dicen que retrocedíamos de fase y después que seguíamos en la misma. Eso habla del desconcierto que tiene el gobernador frente a la crisis sanitaria y económica. Parece que están improvisando en medio del caos y deja al descubierto la falencia de Manzur como conductor ante este contexto”, afirmaron los concejales del oficialismo municipal mediante un comunicado.