Una foto publicada en las últimas horas, demostró lo que ya era un secreto a voces. El presidente Alberto Fernández y su esposa, la primera dama Fabiola Yáñez, organizaron una fiesta de cumpleaños con otras 11 personas en la residencia presidencial de Olivos.
Quien salió a hablar del tema fue el jefe de Gabinete de Ministros, Santiago Cafiero, quien calificó la actitud del mandatario presidencial como “un descuido” que “no debió haber pasado”.
La fiesta de cumpleaños de la primera dama tuvo lugar en un contexto de encierro preventivo en donde, además, estaban absolutamente prohibidas las reuniones sociales de cualquier tipo al representar un alto riesgo de contagio por Covid-19. Una omisión que decidieron hacer el presidente, su esposa y amigos.
“Se cometió un error, fue un descuido que no debió haber pasado”, dijo el funcionario nacional. “Ahora para adelante nosotros podemos poner sobre la mesa todo lo que hicimos por la pandemia”, agregó.
Lejos de sonar arrepentido, en la entrevista que brindó a Radio 10 de Buenos Aires, Cafiero acusó a la oposición de “buscar escándalos”. “Ellos hacen política a partir de un discurso del odio, precisan esto para llevar la campaña. Buscando escándalos esconden lo que verdaderamente importa, esos planes económicos que ellos llevaron a cabo y tanto daño les hizo a los argentinos”, arremetió.
A partir del conocimiento público de las fotos, en las redes sociales se leen en masa los pedidos de Juicio Político, demanda que se basa ni más ni menos en una frase que el propio presidente pronuncio en uno de sus discursos para anunciar cuarentena estricta. “Se terminó. Acá estamos hablando de la salud de la gente, no voy a permitir que hagan lo que quieran. SI o entienden por las buenas, me encanta, si no me han dado el poder para que la entiendan por las malas. Y en democracia, entenderla por las malas es que terminen frente un juez”, dijo en aquella ocasión.
En la vida real, quienes pretenden materializar este pedido popular son los diputados de la oposición Mario Negri, Luis Petri, Waldo Wolff y Cristian Ritondo.
La cuestión dio lugar también a descargos como el de la periodista Viviana Canosa, que lamentó no poder despedir a una de las abuelas de su hija mientras la familia presidencial sí podía reunirse a festejar. Adolfo Rubinstein, ex secretario de Salud de Mauricio Macri, también se sumó a la oleada de críticas y demandó un pedido de disculpas públicas.