¿Cuál debería ser la verdadera reforma judicial?
Según una auditoría del Consejo de la Magistratura de los juzgados federales, solamente el 2% de los investigados por delitos vinculados a la corrupción llegan a juicio oral y apenas 1 de cada 3 acusados es sentenciado culpable, en suma, menos de un 1% de los investigados por hechos de corrupción es condenado.
Cuando escuche por primera vez la expresión administración de justicia me imagine un señor mayor muy serio que tenía una habitación llena de justicia y que la administraba dándole un poquito a cada juicio, a veces parecía que a algunos le daba más y a otro menos pero siempre entregaba algo.
La realidad es muy distinta, el Poder Judicial en Argentina es nefasto, si alguien encuentra satisfacción en una causa judicial es un milagro, porque son caras, pero eso si lentas y por si fuera poco raramente justas porque llegan tarde o porque lo pretendido dista mucho de lo obtenido.
Pero lo cierto es que el Poder Judicial es fundamental, no podemos prescindir de él, nadie duda de que la tan ansiada reforma judicial es urgente, tan urgente que la república como sistema se encuentra en peligro… de esto ya hace tiempo.
En esto se centró parte del discurso de presidente Alberto Fernández, y los ejes de la reforma tiene varias aristas, yo quisiera hablar solo de una, el juicio por jurado.
El mismo ya encontraba previsto en la Constitución de 1853 pero durmió plácidamente ya que, si hay algún poder del estado con arraigos profundamente anti populares el Poder Judicial, no creen en la gente, se preguntan si la ciudadanía está preparada para tal carga y si lo suficientemente educada etc. en una palabra, le tienen miedo al pueblo. No nos olvidemos también que se reguló en la reforma constitucional de 1994. Sucesivas leyes lo reglamentaron, y seguimos esperando.
No dudamos de que su puesta en marcha tendrá contratiempo, pero seguros estamos que cualquier método es mejor que el actual, donde las causas duran muchos años y se resuelven por personas que nunca muestran la cara, con argumentos que la gente no entiende y en un leguaje que pocos saben interpretar. Creemos firmemente que este país pueda darse la justicia que se merece es tiempo de juicios por jurado. –