Los alumnos de la Universidad Nacional de Tucumán, pero sobre todo los de las escuelas experimentales, volverán a verse impedidos de iniciar las clases y así se convertirán en el sector más perjudicado ya no por la pandemia, sino por la inflexible posición del gremio que llamó a otra huelga justo el día en que se reiniciaría la actividad presencial.
Este viernes, la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Tucumán (Adiunt) anunció un paro de actividades para el lunes 2 y martes 3 de agosto. La medida de fuerza inclye las modalidades presencial y virtual, según lo anunciaron los dirigentes del sector.
«Que la UNT cumpla con la reglamentación de higiene y bioseguridad vigente», dice la convocatoria al paro total de actividades por 48 horas. Además, los referentes de Adiunt insistieron en que la modalidad de clases presenciales en el marco de la pandemia de coronavirus debe discutirse en paritarias. «Estamos en defensa de la salud, la vida, la educación y el salario», remarca la convocatoria al paro.
«La vuelta a la presencialidad total, que se propone llevar a cabo el gobierno de Juan Manzur -y que las autoridades universitarias buscan emular- es una medida que no tiene basamento científico. Por eso parece tener un carácter irresponsable y electoralista», afirmó Diego Toscano.
«En Tucumán, la meseta de los contagios actual (600 a 700 detectados diarios) es más baja que la previa al receso (1000 a 1100 diarios) pero sigue en niveles preocupantes, más si se tiene en cuenta que avanzó la vacunación (al menos con 1 dosis) mientras el receso escolar impactó en la baja de circulación en transporte público y otros», advirtió.
Contra el paro
De esta forma, miles de estudiantes de jardín, primaria y secundaria se verán impedidos del esperado regreso a la presencialidad que, además, reclama un importante grupo de padres de esos alumnos y marcaron su posición frente al Rectorado.
En un grupo de Facebook, Ramiro Garrocho, uno de los padres que abogan por el regreso a clases, publicó lo siguiente:
“La convocatoria a un paro docente de 48 horas, lanzado por ADIUNT para boicotear el reinicio de clases presenciales en las escuelas universitarias es una bofetada a miles de niños, niñas y adolescentes que esperan ansiosos volver a las aulas. Confiamos en que la mayoría de los profesores no acompañarán la medida, más allá de que puedan coincidir con los motivos del reclamo”.
“Todos estamos haciendo esfuerzos para enfrentar esta dura realidad que no toca vivir. El dolor nos atraviesa como sociedad, también las preocupaciones y los miedos. Necesitamos empatía, pensar en el otro y entender que la vuelta a las aulas no es un capricho, ni un planteo irracional. Es una necesidad que tiene fundamentos pedagógicos, sociales y psicológicos que ya no pueden soslayarse. Hay centenares de estudiantes de escuelas universitarias que se están quedando afuera del sistema educativo. Un gremio docente no puede solo mirarse el ombligo”.
“Pedimos al gremio que revea esta modalidad de reclamo. También a las autoridades universitarias que ejerzan su autoridad con firmeza. No se puede seguir jugando con el derecho de nuestros hijos e hijas. Exigimos que garanticen un segundo semestre con las escuelas abiertas, con protocolos y cuidados, pero abiertas y con docentes en las aulas”.