Un secuestro con ribetes cinematográficos se llevó a cabo en Tucumán y hay por lo menos 5 detenidos, confirmaron fuentes de la Justicia Federal. Sin embargo, aún no lograron hallar a la víctima y en estos momentos se llevan a cabo rastrillajes para dar con su paradero.
El operativo se concentró en el barrio donde residían los principales sospechosos del secuestro de R.Z.T. (el joven secuestrado): 447 Viviendas, en Las Talitas. Un centenar de oficiales y una veintena de vehículos ingresaron el pasado miércoles por la noche a cuatro casas del vecindario y detuvieron a cinco integrantes de una familia (tres hombres y dos mujeres). Dos de ellos serían señalados en la investigación como los principales sospechosos.
Todo se inició el pasado 21 de marzo cuando un ciudadano boliviano se presentó en un Juzgado de Paz de la ciudad jujeña de La Quiaca para denunciar que su hijo de 33 años había sido secuestrado. El hombre fue derivado a la Delegación La Quiaca de la Policía Federal (PFA), donde radicó formalmente la denuncia.
El denunciante, de 56 años, explicó que su hijo había partido de su domicilio en la ciudad boliviana de Cochabamba hacia Tucumán, presuntamente para hacer trabajos en una obra en construcción, pero que al cabo de unos días comenzaron a recibir vía WhatsApp comunicaciones extorsivas en las que les informaban que lo tenían secuestrado.
Los secuestradores se comunicaban con la pareja de la víctima, en Bolivia, a quien le exigían el pago de un rescate de 50.000 dólares para concretar su liberación. Además, a modo de «pruebas de vida» y como método de presión a la familia para que abone la suma indicada, los secuestradores enviaron mensajes de audio y videos donde se veía cómo torturaban a golpes con un rebenque y con un taladro al hombre, según informó Diario Popular.
Al tratarse de un secuestro extorsivo y con la presunción de que la víctima estaba cautiva en Tucumán, el caso comenzó a ser investigado por el fiscal federal de esa provincia José Agustín Chit, quien de inmediato recibió el asesoramiento de los especialistas de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (Ufese), a cargo del fiscal federal Santiago Marquevich.
A nivel policial, los fiscales convocaron a los detectives del Departamento Antisecuestros Norte de la PFA, que trabajaron en conjunto con la Policía de Tucumán. Tras las primeras averiguaciones, una versión aseguró que la víctima se dedicaba a traer droga desde Bolivia, lo que en la jerga se conoce como «mula», y que el suyo era un «narco-secuestro».
Pedido a los medios
Anoche la Fiscalía Federal N°2 de Tucumán, a cargo de Chit, solicitó a los medios de comunicación y organismos intervinientes, el resguardo de la identidad e imágenes de la víctima. Ello, a fin de genera mayor lesión y preocupación a los familiares y evitar afectar la investigación en curso. También se dio intervención a Interpol, según informó oficialmente la Justicia Federal.
¿Fue liberado?
A pesar de los rastrillajes en búsqueda de la víctima, no se descarta que el joven haya sido liberado, tras lo cuál volvió a Bolivia. “Seguimos trabajando bajo las órdenes de la Justicia federal para ubicar a este hombre. Si bien arribamos a la investigación a un par de días de iniciado el secuestro, todo indica que no se llegó a pagar ningún rescate pero de todas formas el hombre fue liberado, aunque necesitamos confirmarlo”, dijo a Télam un jefe policial.
El padre de la víctima estuvo unos días alojado en una dependencia de la Policía tucumana, pero también ya regresó a su país. Ahora se intenta contactar a autoridades de Bolivia, para que chequeen si la víctima regresó de algún modo a su país. De todas formas, hoy en Las Talitas se llevaba adelante un rastrillaje con la perra de la Policía, Wanda, en el mismo barrio (foto).
