Un párroco de la ciudad de Simoca, perteneciente a la parroquia Nuestra Señora de la Merced de esa ciudad, fue agredido por un grupo de personas que lo acusaban de haber violado a una menor.
Fueron los padres de una joven de 17 años, junto a otros vecinos, quienes agredieron al sacerdote Pablo Valdez (54), mientras estaba presente la muchacha que se desvaneció en ese momento, víctima de un shock nervioso.
Los vecinos no lograron linchar al cura ya que hubo una intervención policial para evitar más ataques. La acusación es que el pastor venía aprovechándose de la joven desde hacía un tiempo, ya que ella se desempeñaba como secretaria del sacerdote.