¿Es recomendable que gente sin ningún tipo de conocimiento ni experiencia sanitaria entre en contacto con las vacunas contra COVID-19? ¿Por qué un tiktoker y no el periodismo? ¿Hay límites para la propaganda con vacunas y recursos del Estado?
Se conoció un video en Tik Tok que abre un abanico de incógnitas tanto éticas como morales en torno a lo que está bien y lo que no está bien hacer y mostrar sobre la campaña de vacunación. El autor es un usuario conocido en Tik Tok como jesuse.alderete, quien mostró de principio a fin cómo se recepciona el cargamento de vacunas, cómo se las descongela y cómo se aprestan para ser aplicadas a los pacientes.
Todo ese proceso fue registrado por el tiktoker sin ningún tipo de elemento de bioseguridad, salvo con un barbijo y su celular, dispositivo que se sabe acumula altos niveles de suciedad por estar en contacto permanente con las manos de sus dueños, que llegan a usarlos hasta cuando van al inodoro.
¿Por qué la ministra Rossana Chahla necesita que un tiktoker narre su gestión al frente de la pandemia? ¿Acaso no basta con un equipo de comunicación propio? ¿Acaso no sería más responsable que la narración esté a cargo del periodismo profesional, conciente de los peligros de exponer las vacunas a condiciones riesgosas como de temperatura inadecuada o agentes externos de contaminación?
El debate moral y ético queda planteado…