A pocos minutos de confirmarse el fallecimiento de Marisol Frías, de 35 años, familiares y amigos de la trabajadora de salud debieron soportar un momento de extrema tensión en el Sanatorio Parque. El médico Alberto Agote, jefe del equipo que intervino a la joven fallecida, y también director de la Maternidad de Tucumán, amenazó con un arma de fuego a dos de los empleados del nosocomio a la vista de todos los que se encontraban en el lugar llorando por la triste pérdida.
El hecho quedó asentado en una denuncia policial, primero, y luego en la fiscalía judicial de turno. Desde el entorno les resultó alarmante la presencia de Agote en el sanatorio, con guantes de látex y un arma en la cintura. Aseguran que sus intenciones eran las de ingresar a la morgue, donde se encontraba aun el cuerpo de Frías. Las razones del profesional y funcionario del Ministerio de Salud de Tucumán, a cargo de Rossana Chahla, serán materia de investigación.
Según el relato de testigos oculares, Agote llegó acompañado por la subdirectora de la Maternidad, Beatriz Chehuan, con quien trató de “negro hijo de mil putas” a uno de los empleados del lugar, al que demandaba lo dejase pasar y a quien, luego, ordenó limpiar todos los carteles y mensajes que familiares y amigos de Marisol fijaron en la fachada del edificio.
Cerca del mediodía, se supo que Alberto Agote tomará licencia de su cargo al frente de la Maternidad.
El relato de los hechos, en primera persona
La peor noticia, el dolor más grande y la locura de un médico. Falleció Marisol, su corazón no resistió y nos deja un ser de luz inigualable. Joven Enfermera y trabajadora de Prensa ATSA. Nos deja una compañera que hace unos días ingresaba caminando al Sanatorio Parque a una cirugía menor y termina con muerte cerebral y su posterior fallecimiento. En medio del dolor de la familia y sus compañeros, se hace presente a las 2 y 30 de la mañana el Dr. Alberto Agote, jefe del equipo que realizó la operación acompañado de la Dra. Beatriz Chehuan, quien cumple las funciones de Sub directora de la Maternidad. La gente por pedido de la familia se comportó en forma pacífica, pero llamo la atención que el médico ingreso con guantes de látex en sus manos. Al atravesar el portón amenazó de muerte al empleado Raúl Antonio Díaz diciéndole “negro hijo de mil putas te voy a agarrar a tiros el auto” y que ya debería limpiar los carteles que se pegaron durante el encuentro de amigos y compañeros de Marisol. Acto seguido se dirige hacia la morgue donde se encontraba el cuerpo de Marisol y en la rampa saca una pistola la remonta y le pone en el pecho al empleado Darío Esteban Sánchez Heredia, que asustado busca esconderse detrás de un vehículo y regresa a portería ante la mirada de todas las personas que se encontraban en el lugar. Los mismos que llamaron al 911 y se hizo presente rápidamente tomando intervención dentro del Sanatorio. Todo ello queda registrado en las denuncias efectuadas por los trabajadores afectados, quienes pidieron intervención de la fiscalía tomándose las declaraciones en el lugar del hecho. No tan solo el dolor de una familia y todos los amigos y compañeros que lloraban ante la pérdida de nuestra compañera se vieron avasallados una vez más, sumado a ello vivir momentos de tensión extrema ante el accionar mafioso de este médico que regresó al Sanatorio armado y con guantes en sus manos. En un ataque de locura intentó luego acercarse a la gente diciendo que el culpable de todo es el anestesista. La situación pudo ser controlada por la policía quedando las actuaciones en la fiscalía de turno correspondiente.