El manzurismo no llegó al 30 por ciento: una victoria con sabor a derrota

Por Germán García Hamilton

Pasadas las 22 horas del domingo, la prensa nacional se enfocaba exclusivamente en la tremenda derrota sufrida por el Frente de Todos a nivel en el país. Tucumán, una de las pocas provincias donde se había logrado un triunfo, aparecía como una luz de esperanza para el kirchnerismo y el gobernador Juan Manzur, como uno de los pocos dirigentes del país que habían sorteado el derrumbe.

Sin embargo, en el análisis fino de las cifras, no parece un análisis correcto. Este domingo hubo algunas sorpresas en el oficialismo provincial. Por ejemplo, por primera vez en los últimos 20 años, la lista de un gobernador no llegó siquiera el 30 por ciento de los votos. En elecciones anteriores, la lista que impulsaba Manzur consiguió el 53 por ciento en 2017 y el 60 por ciento en 2019.

Ni hablar de la época de oro del peronismo K tucumano, que comandaba el ahora replegado (a la fuerza) José Jorge Alperovich, quien llegó a porcentajes del 72 por ciento en aquella histórica elección de 2011.

Este domingo de 2021, la lista del gobernador logró apenas el 29 por ciento de los sufragios, ya que de ninguna forma pueden considerarse votos del oficialismo los conseguidos por la lista del vicegobernador Osvaldo Jaldo, el mayor enemigo actual de Manzur. ¿Puede el mandatario provincial considerar los votos de su vice como propios?

Si bien los medios manzuristas intentaron en un primer momento instalar la idea sobre un gran triunfo de la lista del gobernador, con el paso de las horas comenzaron a acomodarse al posible futuro de la distribución de la publicidad oficial. Por ello, el mismo lunes esos portales (tradicionales y no tanto) intentaron algo de objetividad, que siempre les había sido esquiva.

“A Tucumán prácticamente el peronismo la tiene alambrada hace muchos años: no entran desde afuera pero tampoco pueden salir. Se logró instalar un liderazgo del peronismo, pero muchas veces se destaca el posicionamiento de Tucumán a nivel nacional, pero desde adentro hay cuestiones muy interesantes como la del liderazgo en la provincia a dos años del fin del mandato de Manzur”, aseguró el politólogo e investigador del Conicet, Luis Karamaneff, a El Tucumano

“El triunfo de Manzur no fue lo suficientemente claro para terminar con las intenciones de Jaldo de ser gobernador. Si se quiere en términos democratico suma a la competencia pero en gobernabilidad, sin la posibilidad de una reelección, debe construir un candidato y tiene que lograr instalarlo cuando la segunda fuerza tiene 180.000 votos (en referencia a Osvaldo Jaldo)”, explicó el joven experto.

Esta opinión fue considerada por varios portales políticos de la provincia que ya ven con claridad una preocupante pérdida de protagonista del mandatario provincial. Es que la lista de Manzur, con todos los fondos del Poder Ejecutivo y la Caja Popular de Ahorros para la campaña -en una provincia donde el sesenta por ciento de su población vive en la pobreza-, no consiguió siquiera la tercera parte de los votos en juego. Entonces: ¿Cuánto de triunfo y cuánto de derrota tienen los resultados del domingo?.

Por lo pronto, estos resultados implican el fin de cualquier pretensión por parte de Manzur de modificar la Constitución para continuar en el sillón de Lucas Córdoba. En esta cuestión, el resultado de las elecciones resultan una derrota absoluta para el mandatario.

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