La pandemia de Covid-19 parece haber quedado lejos en el tiempo, pero la verdad es que sólo pasaron tres años desde que se aplicaba la cuarentena obligatoria en Argentina bajo lo que el Gobierno nacional denominó Aislamiento Social Preventivo Obligatorio (ASPO). Después llegaron las vacunas y, finalmente, la vuelta a la «normalidad».
Luego de todo ese alborotado período con el tiempo fueron saliendo a la luz los incumplimientos del Gobierno a sus propias medidas que derrumbaron la credibilidad e imagen positiva del presidente Alberto Fernández y de todo el gabinete. Ahora una nueva polémica envolvió al oficialismo al conocerse las «visitas discrecionales a internados por Covid-19» que permitía la actual ministra de Salud, Carla Vizzotti.
Eran los comienzos de 2021 cuando ya estaban disponibles en Argentina las tan ansiadas vacunas contra el coronavirus, que por razones lógicas accedían primero quienes pertenecían a la «población de riesgo». Hasta que el periodista Horacio Verbitsky reveló que a él se le permitió «saltarse la fila» para poder vacunarse cuando todavía no le correspondía.
Este privilegio con el que contó el periodista -y también su esposa- en ese momento se debió al lazo de amistad que mantenía con el ministro de Salud de ese entonces, Ginés González García. El escándalo que se produjo en toda la sociedad al descubrir este «vacunatorio vip» le costó su cargo al ministro.
Tucumán no estuvo excenta de esa irregularidad y en la provincia tuvimos nuestro propio «vacunatorio vip», cuando la minisra de Salud era Rossana Chahla, pero a diferencia de González García ella tuvo la posibilidad de convertirse en diputada y, ahora, es la intendenta electa de San Miguel de Tucumán.
A ese hecho le siguió el descubrimiento de las reuniones privadas que realizaba el presidente durante el período más estricto de la cuarentena. Esto salió a la luz cuando se difundieron fotos del festejo de cumpleaños de Fabiola Yáñez, pareja del presidente, en la Quinta de Olivos el 14 de julio del 2020.
«Visitas discrecionales»
El nuevo escándalo cayó ahora sobre la actual ministra de Salud, Carla Vizzotti, luego de que Sylvia Brunoldi, presidenta de la Liga Argentina de Protección al Diabético (LAPD), le agradeciera en público a Vizzotti por dejar ver a su marido internado cuando no estaba permitido hacerlo.
Las palabras de Brunoldi se dieron en el marco de la revisión del mandato de la ministra que se llevó a cabo en el Centro Cultural Kirchner, de la que participaron miembros del Foro de Sociedades Científicas Argentinas, de Organizaciones de la Sociedad Civil y de Universidades.
La presidenta de LPD dijo que Vizzotti intervino personalmente -que en ese momento era secretaria de Acceso a la Salud- para que ella pudiera visitar a su esposo, que falleció días después.
Con sus palabras Brunoldi confirmó que el Gobierno habilitaba visitas discrecionales durante el período de aislamiento antes de que el presidente firmara el decreto para permitir las visitas de acompañamiento durante las últimas horas de vida de un familiar, que comenzó a regir el 29 de agosto, ocho días antes de que Brunoldi pudiera despedirse de su esposo.
«Deberían renunciar»
La noticia no le cayó bien a Pablo Musse, padre de Solange, la joven que falleció en agosto de 2020 luego de estar varios días internadas y sin poder despedirse de sus familiares y amigos.
«Ella (por Sylvia Brunoldi) tuvo la suerte de poder estar con su marido para el último adiós. Lamentablemente, ya no sorprende nada. Uno ya sabe cómo se maneja el poder. Lo que han hecho en la pandemia es triste y lamentable para la sociedad, porque no pudimos despedirnos de nuestros seres queridos», aseguró Musse, en una entrevista radial con Cadena 3.
“Esta mujer (por Vizzotti) tampoco sabía nada del vacunatorio vip, y ahora resulta que daba permisos para que ingrese gente. Lo único que está claro y duele es que estos hijos de su madre se dieron cuenta de que la gente se estaba muriendo sola y modificaron el decreto unos días posteriores al fallecimiento de Sol. No nos sorprende toda la mierda que hicieron”, agregó visiblemente enojado.
Por último, cerró: «si tuviesen un poco de respeto por la gente, deberían renunciar. Alberto no tendría que ser más presidente y Vizzoti ministra de Salud».
