Desde la asunción del presidente Javier Milei el 10 de diciembre del año pasado, los principales bonos soberanos argentinos han experimentado un notable repunte. Esta tendencia positiva ha llevado a una revisión al alza de la calificación crediticia del país, alejando así el riesgo de default que había preocupado durante el gobierno anterior.
El Riesgo País, indicador clave que mide la diferencia entre el rendimiento de los bonos argentinos y los bonos del Tesoro estadounidense a corto plazo, ha caído por debajo de los 1.500 puntos básicos desde el día miércoles. Este nivel representa la cifra más baja registrada en los últimos tres años, reflejando un panorama más favorable para la economía argentina.
Durante la jornada del miércoles, los principales bonos soberanos del país experimentaron un sólido repunte, con aumentos que oscilaron entre el 2% y el 5%. Esta tendencia alcista incluyó al bono AE38 con un incremento del 5,51%, al AE38D con un 4,12%, al AL39 con un 4,29%, al AL29D con un 4,48% y al reconocido AL30, utilizado en operaciones del dólar MEP, con un aumento del 2,28%.
El Gobierno de Milei ha enviado señales contundentes de disciplina fiscal, convenciendo a los mercados de su compromiso con el cumplimiento de las obligaciones estatales. Además, el Ministerio de Economía, liderado por Luis Caputo, anunció la consecución de superávits primario y financiero para el primer bimestre del año 2024, destacando la capacidad del Estado para financiar sus gastos corrientes sin asistencia del Banco Central.
En febrero, los ingresos nacionales superaron los gastos primarios en más de $1.232.525 millones de pesos, con un superávit financiero que alcanzó los $338.112 millones de pesos. Estos resultados han acumulado un saldo primario y financiero superavitario para el año en curso, respaldando la estabilidad económica del país.
Paralelamente, el Banco Central ha logrado acumular más de US$ 11.000 millones de dólares, elevando las reservas brutas a más de US$ 28.000 millones por primera vez en más de un año. Estos avances fortalecen los cimientos para una eventual liberalización ordenada del cepo cambiario, como parte de la estrategia gubernamental para restaurar la confianza en la economía nacional.