Tucumán está teniendo problemas con el transporte público desde el martes. Ese día, se aplicó una medida de fuerza en toda la provincia, de parte de los choferes de ómnibus de la Unión Tranviarios Automotor (UTA).
Los choferes denuncian la falta de pago de haberes adeudados, y por eso estacionaron los colectivos en las principales calles de la ciudad, generando un caos en el tránsito, que por fortuna, ya fue resuelto.
“Van a sacar inmediatamente las unidades de las calles”, fue la orden de la ministra de Gobierno y Justicia, Carolina Vargas Aignasse.
El vicepresidente de AETAT (Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán), Jorge Berretta, había señalado que se realizó “una denuncia penal por la retención y el secuestro indebido de las unidades, utilizados para llevar adelante la protesta en el microcentro de la capital”.
El conflicto continúa y, en consecuencia, las personas de Tucumán no podrán disponer del transporte durante todo el fin de semana largo, hasta que las entidades mencionadas no lleguen a un acuerdo.