Ni su chi, ni los dedos en “V” que muestra permanentemente en cada capítulo salvaron al mítico Maestro Roshi del absurdo total del que está siendo víctima en la Argentina. El Ministerio de las Mujeres y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires denunció uno de los capítulos de la legendaria serie animada japonesa.
La acción legal del ministerio provincial aduce que uno de los episodios de la nueva temporada de la producción nipona “reproducía el ejercicio de violencia sexual por parte de un mayor hacia una menor, en un contexto de aceptación social, en el que se naturalizaba la vulneración de una niña”.
Estas representaciones, transmitidas en la pantalla de un canal que se ubica como la primera señal infantil de cable y alcanza a los niños de entre 4 a 11 años con cable (según datos IBOPE Media Argentina), configura un acontecimiento que los expone a la violencia simbólica, según se dijo en un comunicado.
En el capítulo en cuestión, el Maestro Roshi le pide a uno de sus alumnos poder utilizar los “servicios” de una de sus mascotas mágicas, la que puede transformarse físicamente. A continuación, el video:
A su vez, desde Anime News Network (ANN), la Organización de Ética de Transmisiones y Mejora de Programas de Japón compartió la siguiente queja que recibió de un padre de familia:
«En un programa de animación, hay escenas de un hombre mayor tocando el cuerpo de chicas jóvenes y mirando su ropa interior contra su voluntad. Estas escenas son casi irrelevantes para la historia. Me gusta ver esta serie con mi hijo cada fin de semana, pero también es inapropiado para niños ver esto en un anime».
ANN destaca que las quejas compartidas por la Organización de Ética no mencionan nombres de programas, pero la descripción da a entender que se trata de «Dragon Ball Super». En el episodio 89, Roshi acosa repetidamente a la joven Yurin.
Por ahora «Dragon Ball Super» no tiene fecha de regreso para Cartoon Network en Argentina, la realidad es que si volviera ya se ha adelantado que sería con una revisión inmediata de todo el contenido y, consecuentemente, la edición necesaria para eliminar todo contenido similar al expuesto. Es decir, una censura que parece apropiada dado el que que en teoría se trata de su público principal.
A continuación, una serie de momentos polémicos del Maestro Roshi: